viernes, 16 de septiembre de 2011

obesidad y depresion


La depresión tiene diferentes formas de manifestarse. Generalmente se pierde el apetito y por lo tanto peso. En otras ocasiones la depresión se manifiesta de una forma diferente, atípica, donde no es tan evidente el síntoma puntal de la depresión que es la TRISTEZA,  que queda enmascarada por otras manifestaciones que predominan. La carta de presentación de un episodio depresivo puede ser la hiperfagia, término que proviene del griego hiper (abundancia, exceso) y fagia (comer),  o sea es el aumento desmedido del apetito y de la ingesta de alimentos.
Como es un síntoma confuso , el cual las personas no suelen relacionar a un estado alterado del humor, no se consulta y por lo tanto no se trata. Muchas veces incluso para los profesionales suele ser complicado hacer un diagnóstico. Hasta hace pocos años se pensó que la relación entre depresión y obesidad en la población era en gran parte coincidencia, pero actualmente se ha descubierto que existen variables que las relacionan: la depresión influye sobre la obesidad en algunos casos y la obesidad sobre la depresión en otros.
La inactividad física también caracteriza a muchas personas con estados depresivos, que tienden a pasar tirados en cama todo el día mirando televisión , o simplemente sin hacer nada, en un sedentarismo extremo y si sumamos a esto la hiperfagia tenemos razones mayores para encontrar un vínculo entre el sobrepeso, obesidad y depresión.
No es tan difícil intuir en cambio, como la obesidad puede influir sobre la depresión. las bromas , burlas con las que se trata a las personas obesas van en desmedro de su  confianza y autoestima. Esto persiste de forma generalmente crónica afectando de manera gradual y continua al sujeto, con una insatisfacción creciente por el aspecto físico y con la idea cada vez más firme de que de alguna forma se es menos que los demás.
Hay estudios hechos en adolescentes sobre de qué manera las burlas eran mediadoras de la relación entre obesidad y niveles de depresión posteriores y se ha visto que los adolescentes obesos tienen un riesgo considerablemente más alto de padecer síntomas depresivos que los no obesos.
El síndrome del comedor nocturno, en el que existe anorexia matutina, hiperfagia en la noche, insomnio y despertares nocturnos para comer, también se vincula con depresión. En ellos el mayor ánimo depresivo se da por la tarde y alcanza su máximo ya avanzada la noche, que coincide cuando la hiperfagia es más intensa.

Estrés
La depresión puede llevar a un aumento del estrés, y éste tiene influencia sobre la obesidad ,  debido a  factores tanto psicológicos como corporales(fisiológicos). En general el estrés lo que hace es perturbar hábitos saludables de salud, pero también físicamente un estrés crónico promueve cambios corporales debido a la elevación de una sustancia llamada cortisol, que favorece el depósito de grasa especialmente en la zona de la pared abdominal.  El estrés crónico, puede también terminar desgastando de tal forma que termina convirtiéndose en una depresión por agotamiento, la persona siente que todo le cuesta más, tal como llevar todo el tiempo en sus hombros un objeto pesado.
Tratamiento
Si se diagnostica depresión con obesidad comórbida, es muy importante tratar ambos.  Incluso se ha visto que la reducción de peso podría per se, influir muy positivamente en el estado de ánimo. Asimismo , el tratamiento de la depresión podría ayudar en la pérdida de peso, al controlar el síntoma de la hiperfagia , mejorar el grado de actividad física y la recuperación de hábitos de vida saludables. Se usa terapia cognitivo-conductual y, si se considera necesario el uso de fármacos es mejor utilizar medicación que no aumente el peso.

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